Recibimiento del novio «a la española»

   

Gente y personajes
Bienvenida «feliz» para Austin con tortilla de patatas (el que se casa)


Sigo poniendo a prueba mis dotes de cocinero.

Al margen de la espléndida tortilla de patatas (¡no es porque la haya hecho yo!) lo que más me impacta, de los jóvenes que me acompañan, es la felicidad extrema que demuestran al reencontrarse ambos hermanos (Mike y Austin). Sus risas pueden calificarse de desorbitadas y nos contagian a todos los demás. Puedo decir que son momentos henchidos de la más sincera felicidad.

Intentar ser uno más es difícil

 

Experiencias
La escasa seguridad y las actividades alternativas


Juego con los chavales locales y les enseño nuestro juego de las carreras de las chapas.

Mis anfitriones no consideran seguro que un extranjero salga solo a zonas de riesgo, como por ejemplo el mercado. Por ello debo permanecer en la propiedas. Para llenar las horas con alguna actividad reconfortante, juego con los niños de la familia.

Ellos agradecen el interés y por mi mparte me integro en su grupo. Toda uina experiencia.

Llegada a Uguelli y contacto con mis anfitriones

 

Gente y personajes
Mis anfitriones en Nigeria


Mi Vuelo Madrid-París para, desde allí, seguir destino a Lagos (Èkó), la que fue capital de Nigeria hoy, la ciudad más importante. Este es el momento en el que comienza el viajes que alimentará las páginas de este cuaderno de viaje. Parece que el tiempo en París es bueno. ¡Allá vamos!..

La tortuosa llegada se ha visto recompensada por un caluroso recibimiento, coincidiendo con una fiesta familiar. La recepción por parte de los anfitriones (los padres del novio) ha sido muy buena. Acabo de llegar y aún estoy haciéndome a las costumbres y a la lengua.
Llegar a Uguelli es como llegar al fin del mundo. Se encuentra al norte del Delta del Níger. Si fuera el Ebro, el delta sería tan inmenso como toda Cataluña y parte de Aragón.

Llegada a Lagos y viaje a Uguelli (Nigeria)

Destinos 

Destinos
Llegada a Lagos y primer contacto con la difícil situación de Nigeria


Vuelo desde París a Lagos. El vuelo que debería llevarme a Uguelli, cancelado. Accidentado viaje de 430 Km en vehículo por las carreteras de la inmensa red de Nigeria con continuos controles policiales donde es necesario negociar…

He llegado a Nigeria. Mi destino es Uguelli, donde estoy invitado a una boda de una familia nigeriana. Una vez en Lagos (antigua capital hasta los años 70 y la ciudad más importante), descubro que el vuelo que debía coger con destino a Warri (aeropuerto más cercano a Uguelli) ha sido cancelado. La única opción es un vehículo. Desplazarse por Nigeria (algo mayor que España en extensión) es toda una odisea. Tiene una importante red de carreteras, pero los servicios de taxi y autobús son un verdadero caos. La cuestión económica es la que prevalece sobre cualquier otra. Por ello pueden verse antiguos vehículos de taxi con 7 o 9 personas o autobuses y camiones repletos. La opción más segura son las plataformas de servicios de transporte con conductores profesionales que prestan servicios más seguros y cómodos con vehículos modernos. Esta es la opción elegida.
Pero ahí no acaba todo el problema. El estado de las carreteras, la seguridad (la embajada española lo cataloga como “país peligroso desde el punto de vista de la seguridad”) y la corrupción marcan los movimientos por el país que además se encuentra revuelto por una violenta situación política pre-electoral. El terrorismo cuenta con importantes grupos activos que controlan zonas del norte y en el sur, son frecuentes los secuestros “económicos”.
El viaje ha sido toda una odisea. Las carreteras están jalonadas por decenas de controles de policía cuyo objetivo atiende más a la cuestión económica, es decir, pagar para pasar. Cansado de la situación, he adoptado una estrategia tan divertida como efectiva, la de hacerme pasar por un pastor de una de las iglesias cristianas implantadas en el país con lo que he podido eludir el pago en alguno de los controles, eso sí, después de unas sagradas bendiciones “ginesianas”. Es posible que mi físico de abate me ayude a parecer ungido por los efluvios de un alma divina.