Unos días de descanso en Punta Bazán, Pacífico Colombiano

Como ya viene siendo habitual en este continente… ¡nuevamente toca madrugar! Destino, la Bahía de Buenaventura.

 

Experiencias

He sido invitado por el hermano de Claudia, Néstor Zuñiga y su mujer Elizabeth. Junto con su mamá, nos recogieron a las cinco de la mañana, para desplazarnos a Buenaventura y de allí al hotel que lleva el nombre MAGÜIPI.

La carretera tortuosa. Repleta. Con un trajín infernal de camiones yendo y viniendo. El viaje dura más de tres horas para un recorrido de 117 km. Hay que tener en cuenta que tenemos que atravesar el occidente de la cordillera andina.

El Hotel Magüipi en Buenaventura, el Edén del Pacífico, es un pequeño hospedaje ubicado en la zona pacífica del Valle del Cauca. Sus mayores atractivos son los paseos ecológicos y el clima tropical del territorio. Es un lugar para descansar, divertirse y gozar de la naturaleza.

En el camino, parada en un bar típico de la carretera para un desayuno colombiano y reponer fuerzas. Finalmente, llegamos al puerto de Buenaventura para coger un barquito que, atravesando acantilados, nos trasladará al Hotel Magüipi, en un lugar alejado del mundo, en el  Pacífico Colombiano, donde el único acceso es vía lancha motora.

Después de instalarnos, pasamos la tarde en la playa de Magüipi. Una playa de arena oscura, pero de agua templada en esta época del año.

Ya por la tarde, desde el hotel, tomando un refresco de frutas exóticas al pié de la piscina, pudimos disfrutar de una espectacular puesta de sol….

La noche terminaría frente a unos chupitos de aguardiente (algo similar a nuestro anís)  y unos bailes en la pista, al lado de las piscinas, que sólo se paró, cuando nos vimos interrumpidos por una lluvia tropical, que no cesaría en toda a noche.

Amaneció nublado el 18N, pero con visos de que el tiempo cambiaría y nos daría una tregua para disfrutar del lugar. Después de un suculento desayuno incluido en el pack, nos trasladaron a playa Paraíso, donde nos esperaría buenas playas, cervecita fría, unos estupendos ceviches de camarón…

A media mañana y después de unos ricos baños, nos condujeron a través de unos manglares, a lo que ellos llaman lago de agua dulce, donde tienen instalados toboganes, mesas y demás infraestructuras para los visitantes.

Después de una jornada de baño y disfrute, iniciamos el regreso al hotel para el almuerzo y recogida, e iniciar el viaje de regreso a Cali. Pero aún nos esperaba una nueva parada en fonda de carretera para tomar fuerzas, en un tortuoso viaje de horas con una lluvia intensa. Pero valió la pena!!!