Experiencias
En este artículo voy a relatar uno de los episodios de la preparación de evento, la elaboración del plato estrella para el convite.
En la preparación del evento participan más de 40 personas. Todo se organiza de forma familiar y en unas estancias y recintos construidos al efeto. Entre el grupo de colaboradores no falta un alto grado de compromiso, el buen rollo y por supuesto la chicha de yuca, la bebida ancestral que podría considerarse originaria del pueblo kichwa .
Una de las estrellas del evento que prepara la familia de los novios es el ofrecimiento para los invitados más allegados es un menú con pollos y gallinas guisadas que deben ser «criollos o criollas» (lo que en España llamamos pollo de corral o de patio -gallus gallus domesticus- criado de forma natural extensiva en las chacras, nada de pololos de crianza industrial), para comer en el banquete de la boda.
Para tal fin se dispone de más de 200 pollos y gallinas estratégicamante distribuidos para poder afrontar toda la fase de preparación.
Todo el grupo está ya preparado ya a las 00:00 horas de la madrugada del día 17, el día de la boda, y nos quedaremos en vela toda la noche preparando todo lo necesario, además de los pollos que…
¡Hay que sacrificar, pelar, limpiar, trocear y cocinar todos los pollos!
Nos organizamos en grupos de cinco o seis personas que se han organizado para ir realizando para cada una de las fases.
Todo lo que envuelve la preparación del banquete se convierte en sí mismo una fiesta, con mucho trabajo, pero es un festejo esperado y muy bien acogido en el entorno familiar y todas las personas que están colaborando en la preparación de todo lo necesario.
Finalmente, se condimentan y cocinan los pollos en grandes ollas de la forma más tradicional. Todo un manjar para agasajar a los invitados que se esperan.