La ciudad me recibe con un día de un azul radiante en la cordillera de Los Andes. Y nada más poner los pies en tierra, ya me sorprende el majestuoso perfil del volcán Cotopaxi que, con sus casi 6.000 metros de altitud, se asoma sobre la vegetación, los tejados y las cumbres circundantes.
Experiencias
Entrañable acogida de mis anfitrionas quiteñas. Una velada encantadora, con muchas risas en casa de María Emilia.
En la mesa, una comida típica de la Sierra Ecuatoriana: Habas, choclos, Melloco (un tipo de papa), Papa Chalicha, Encebollado, Fritada y queso tierno… en un ambiente chévere.
¿Qué más se puede pedir al llegar a Ecuador?